
¿Qué es un seguro de vida? Definición
Obtener un seguro de vida permite a quién lo contrata la seguridad y garantía de poder afrontar diversas circunstancias de forma efectiva y eficaz.
Un seguro de vida, en pocas palabras, es un respaldo económico rápido que te permitirá responder ante las circunstancias más adversas ya sea a ti o a tus familiares más queridos.
¿Cómo funciona un seguro de vida? ¿Para qué sirve?
Esta es una de las grandes dudas que siempre tenemos antes de adquirir un seguro de vida y: ¿cómo funcionan? ¿será muy complicado contratarlo? En realidad, la respuesta es no.
Es cierto que hay seguros de vida que suelen ser más sencillos que otros, pero en general, su aplicación es muy práctica.
Por ejemplo, si contratas un seguro de vida por si te quedaras invalido o fallecieras, normalmente deberás pagar una gran cuota inicial y quedar pagando una mensual, trimestral, semestral o anual.
De hecho, estos seguros se calculan en base a la edad que tenga a quién vayas asegurar y la cantidad de capital que quiera asegurar para el momento de presentarse circunstancias desfavorables.
Y, automáticamente, al haber cubierto el periodo mínimo, luego de cancelado el seguro (variará según la aseguradora), sí ocurre la muerte, a la familia de la persona se le entregará una cantidad de dinero que permitirá los gastos fúnebres e incluso un dinero extra por algún tiempo.
Esto último suele ser muy importante si quién fallece es el principal sostén del hogar, ya que dará una seguridad económica hasta que otro pueda asumir su rol.
¿A qué edad se recomienda tener un seguro de vida?
Está comprobado, por diversas universidades europeas, que a partir de los 40 años los adultos, sean hombres o mujeres, que tengan diversas cargas familiares son el principal objetivo de los seguros de vida.
Esto significa que, pese a que los seguros de vida pueden ser adquirido a diversas edades, suelen estar diseñados para resultar más atractivos para esta sección de la sociedad.
Clases de seguros de vida
Existen tres grandes clases. Los seguros de vida ordinarios, que son aquellos que requieren de un pago de primas.
Éste tiene dos vertientes: pagar los gastos de la muerte y conceder una suma de dinero que deberá pagarse a los familiares.
El segundo es el seguro de vida temporal que, como su nombre lo indica, sólo se contrata para poder estar asegurado durante un tiempo determinado. Es más económico que el anterior y se puede renovar todas las veces que quieras.
El tercero y último, los seguros de vida dotales, que son una suerte de seguro temporal en el que, al finalizar el tiempo acordado del seguro, al asegurado se le reintegra parte del dinero.
Y hemos llegado al final y ya no hay dudas de por qué adquirir un seguro de vida, así que…, ¿a qué esperas? ¡obtén el tuyo propio ya! 🙂